BRONCE CENTENARIO.
Ezio Mora Contreras
“! Cenizas sagradas de Bolívar!”
Gabriel Picòn González.
Las
columnas son desde la antigüedad, una de las formas mas trabajadas por el
hombre para honrar a sus héroes. Los griegos y los romanos las usaron para
señalar como un dedo hacia Dios a sus hombres más preclaros y a sus militares
mas aguerridos, ejemplo de estas se puede citar la columna de Trajano,
construida con mármol blanco en 50 mts de altura, y con altorrelieves en espiral,
alegóricos a sus batallas.
En
América y en especial en Venezuela, no son tan comunes, sin embargo, surgen a
partir de la guerra de la independencia en diversos países, en Mérida
específicamente tenemos dos ejemplos de Columnas alegóricas: Una en el patio de
la 22 Brigada del Ejército, en el sector Glorias Patrias, dedicada al General
Páez y otra que es la crónica que nos ocupa: La Columna Bolívar.
Fue
ordenada por Don Gabriel Picón, prócer merideño de la independencia, quien
habiendo sido herido y dado por muerto, regresa a su lar nativo, donde ocupa
puestos de alta significación en el Gobierno provincial. En 1840, siendo
gobernador ordena la construcción de una columna en terrenos que son del Padre
Arias, a la salida de la ciudad de Mérida, con una hermosa vista hacia la Sierra
Nevada y el valle del Mucujun, inmortalizado por Bellerman en hermosa pintura.
Varios
meses llevó la construcción de este monumento, apurando su ejecución, con
motivo de la repatriación de los restos del Libertador Simón Bolívar a Caracas,
se estableció su fecha de inauguración el 17 de diciembre de 1842, no
concluyendo su diseño original por la premura y por la falta de fondos, al
punto que su pago fue a base de un trueque, el maestro albañil, Sr. Domingo Manrique, ejecutó la obra y el
gobierno le pago con Urao.
Esta columna fue coronada por un busto
ejecutado por el Capital Pedro Celestino Guerra, quien sin ser escultor
decidió, por el conocimiento que había tenido en el trato con el Libertador,
modelar su cabeza y cuerpo, en arcilla de los Guaimaros, con la mala
suerte al decir de Don Tulio, que al
tratar de izar el cuerpo que era la parte mas pesada, esta cayo al piso
haciéndose añicos, salvándose la pura cabeza, la cual se conserva en la
Biblioteca Bolivariana de Mérida.
Un año antes del Centenario del nacimiento
del Libertador, se constituyó por iniciativa de Don Tulio Febres Cordero y
otros ilustres merideños la “Sociedad Bolívar”, teniendo como finalidad
preparar los festejos para celebrar dignamente tan grande fecha patriótica,
entre los trabajos más notable estuvo la reparación de la Columna Bolívar, la
cual había sufrido daños con el trazado de la carretera al Lago de Maracaibo,
que decreta el Gral. Guzmán Blanco. En la fecha centenaria se coronó la Columna
con un nuevo busto de Bolívar, preparado por los artistas merideños Parra
Picon, Vicente Rubio y Juan de D. Picon Grillet, este busto también fue de
arcilla.
El
terremoto de 1894 respeta la columna, mas no el muro reconstruido en 1883, el
cual se derrumbo hacia el Mucujun. El Gral. Esteban Ch. Cardona, Presidente del
Estado, ordena el 16 de octubre de 1900, hacer las reparaciones pertinentes a
la Columna como un homenaje del Gobierno del Estado Mérida al nuevo siglo que
comenzaba. Como uno de los hechos principales se sustituye el busto de arcilla
de 1883, por uno de bronce, el cual había sido adquirido por la Municipalidad
de Mérida y existía en la Casa de Gobierno, atribuido al Escultor italiano
Pablo Gazzotti. Este “montón de excelsitud”, como llamó La Columna. Eduardo
Picòn Lares, ha permanecido durante un siglo viendo crecer la ciudad, arrullado
por los ríos Chama y Mucujun.” El sol de estos días es un sol de gloria para el
inmenso espacio boliviano” como dijo el Gral. Chalbaud. Cardona en el discurso
de conmemoración del centenario de la firma del acta de la independencia de
Venezuela.
Mérida
1 de enero del 2001
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