MEMORIAS
DE AGUSTÍN CODAZZI
Editadas
en su original italiano por Mario Longhena y traducidas al castellano por
Andrés Soriano Lleras y Fr. Alberto Lee López
CAPITULO
II
Parte
I
Regresa a América - 24 de mayo de
1826 - Comandante de artillería - Jefe de Estado Mayor - Se ocupa en la geografía
estadística y en el Atlas de Venezuela - A París. 1826-1841
Hessel Gerritsz (1581-1632), Terra Firma item Nuevo
Reyno de Granada atque Popayan, Leiden, 1625-30.
Archivo General de la Nación, Bogotá, Colombia, Sección Mapas y Planos,
Mapoteca 4, REF.X-63
Hacía cuatro
años que estaba ausente de Venezuela, y estos años, como los anteriores, no
habían sido escasos de acontecimientos notables para la ahora constituida
República. Al General Morillo, mandado de España en 1815, había sucedido
Latorre y a éste Morales, el cual, mientras Bolívar actuaba en el Ecuador y el
Perú, tuvo algún pequeño éxito, rápidamente anulado por la habilidad de Páez en
tierra y de Padilla por mar. La caída de Puerto Cabello (8 de noviembre de
1823), último puerto ocupado por España, dejó libre a todo Venezuela. Colombia
o la Nueva Granada, desde 1821 tenía una Constitución unitaria y desde
noviembre del mismo año tenía como Presidente a Bolívar, quien en 1822, había librado
por medio de Sucre al Ecuador, inducía a este a unirse a Venezuela y a la Nueva
Granada: estos tres países por algún tiempo tomaron el nombre de Colombia. En
1823 y 1824 Bolívar, dominadas las discordias internas y vencidos los españoles
en Junín, entra a Quito. La batalla de Ayacucho ganada por Sucre -batalla
llamada el Waterloo de España- el 9 de diciembre de 1824, agregaba también el
Alto Perú -la actual Bolivia-; de modo que Bolívar podía también proclamarse
Presidente de ella. En 1826 caía el Puerto de Callao y terminaba completamente
la guerra de independencia. Tres grandes naciones, Colombia, que más tarde se
dividirá en las tres Repúblicas del Ecuador, Nueva Granada o Colombia y
Venezuela, el Perú y Bolivia estaban bajo el mando del mismo hombre, de
Bolívar, a quien se le había dado el título de Libertador, a quien se dirigían
todas las alabanzas, comparándolo con Jorge Washington y con los mayores
libertadores de los pueblos. Pero Bolívar ambicionaba más: aspiraba a que
también Chile y el Estado de Buenos Aires adhirieran al nuevo Estado; soñaba
con una gran federación de Estados que tuviera en Panamá su Congreso, el cual
debía regular la vida de la misma en los momentos más graves; soñaba en algo
que ni siquiera hoy es realidad y que quizá nunca podrá llegar a serlo, porque
los intereses de todos estos grandes Estados de la América Meridional no
concuerdan y por consiguiente su política se manifiesta diversa y opuesta. Sin embargo,
él trató de reunir en Panamá una asamblea de los diversos Estados: convocados
en 1824 sólo en el 26 pudieron reunirse en Panamá, pero sólo 4 Estados se
hicieron presentes allí: el sueño del gran Libertador se demostraba
irrealizable. En este punto se encontraban las cosas, cuando el 24 de mayo de
1826 arribó Codazzi: esperaba poder emplearse inmediatamente, pero esto no era
fácil. Cartagena se había convertido en una ciudad de activo comercio y por
consiguiente inadecuada para proporcionarle una ocupación que correspondiera a
sus capacidades. El Almirante de Clemente, Ministro de Marina, y ya conocido
suyo, lo persuade que lo acompañe a Bogotá, pero tampoco allí obtienen del
Vicepresidente Santander ni seguridad ni aliento para sus esperanzas: las
semanas, -dice Manrique, el traductor de Schumacher- pasaban "entre arreglos,
promesas y halagüeñas palabras". Pero una casualidad, un hecho imprevisto,
el regreso de Bolívar y su encuentro con Santander y con de Clemente, en cuyo
séquito estaba Codazzi, le hace recobrar la esperanza. Bolívar, a solicitud de
Clemente, lo hace colocar entre los oficiales 7 extranjeros. Su buena estrella
está para surgir: y quizá la estimación que todavía le tenían las personas que
algunos años antes lo habían visto en acción, les habían impulsado a expresarse
honrosamente de él con Bolívar. También en esta ocasión, como en la anterior,
Codazzi se ve con Bolívar: en el primer encuentro era un libre combatiente que,
en: el séquito de Aury, su jefe, se acercaba al hombre más famoso de aquella
tierra; ahora es aquel que, más rico en experiencia, solicita un empleo: pero
él es consciente de su valer: sabe que, si es aceptado, llegará a algo, y quizá
tiene en mente el plan que las circunstancias favorecerán y que los hombres
obstaculizarán acá y allá. Más tarde, veinte años después, recordando este encuentro,
exclamará: "Nunca podré olvidar la impresión que me causó aquel
espectáculo". Circunstancias favorables ayudan desde el principio a
Codazzi; es más, lo conducen a la actividad que quizá él soñaba. La ausencia de
Bolívar por razones de guerra había favorecido en Venezuela el nacimiento de
discordias provocadas, ya por sus subalternos quienes ahora no aceptaban de
buen grado su autoridad un poco severa, ya por la persistencia aquí y allá de
pequeños focos monárquicos a los que España, constreñida ahora a la guerrilla
corsaria que algunos años atrás era practicada por los "Insurgentes",
proveía continuamente de auxilios y armas. Joaquín Francisco Fidalgo, Quarta hoja que
comprende las Costas de la provincia del Cartagena,
Golfo del Darien y Provincia de Portovelo, con el Golfo
de Panamá y Archipielago de las Perlas, Madrid
Dirección de Hidrografía, 1817, 41 x 88 cm.
Facilitado por: Casa Tierra Firme / Bolívar Old Prints
Fácilmente pudo Bolívar impedir la
guerra civil, pero tuvo que atender a la fortificación de las costas. La
Provincia del Zulia era la más expuesta a un posible desembarco de tropas
españolas y Maracaibo, donde vivían gentes variadas en mezcolanza de dudosa
tranquilidad, era la ciudad que podía ser rápidamente ocupada. El General José
María Carreño fue nombrado Jefe de esta Provincia indefensa; Codazzi fue
agregado como Jefe de Artillería. En el nombramiento quedó incluido el
reconocimiento del servicio prestado precedentemente por Codazzi, y hasta los
años de ausencia se le consideraron como licencia. No hubiera podido obtener mejores
condiciones: era el 10 de enero de 1827. En aquella ocasión se le dio además
una condecoración, la dé la orden de los Libertadores, que le permitió ser
admitido en el estrecho círculo de personas que quizá disimulaba bajo un manto
patriótico "el creciente militarismo". Habiendo tomado posesión del
cargo Codazzi vio, como hombre práctico de los lugares y experto de la guerra
que se combatía en aquellas tierras, que para defender a la capital de
Maracaibo era necesario fortificarla por la parte de tierra, esto es hacia la
península de la Guajira, por donde más fácilmente podía venir un ataque de
parte de los enemigos de la nueva república. La orden para tal labor le fue
dada el 15 de febrero de 1828, y en seguida puso manos a la obra, explorando
primero la isla de San Carlos que surge en el golfo de Maracaibo toda cubierta
de extensos bosques de mangle (1) y después el río Socuy que desemboca cerca y
está formado por otros varios cursos de agua y forma numerosas lagunas cerca de
la desembocadura. En una pequeña barca cañonera Codazzi recorrió toda aquella
zona, de tierras atravesadas por aguas corrientes u ocupadas 'por aguas
estancadas, unas veces pedregosas y desnudas, otras cubiertas de una vegetación
maravillosa; y el fruto de sus exploraciones fueron mapas detallados en los que
no sólo aparecía la maraña de los ríos y el entrelazamiento de las diversas
vías acuáticas, sino que se veían los senderos trazados por los indios y los
lugares que podían servir de sitio de ataque (2). Desde este momento se puede
decir que toma forma precisa una actividad que ya varias veces se había
manifestado en él, pero que no había todavía determinado la dirección de su
vida. Aquí, en la exploración de la pequeña zona y en su representación
simbólica, se afirma la inclinación de Codazzi a ser geógrafo y cartógrafo. Una
segunda ocasión, que le proporciona el modo de darse a conocer como hábil para
explorar tierras ignotas y para representarlas, se le ofreció en seguida, en
cuanto regresa a la vida monótona de Maracaibo, porque a principios de 1829 el
General Justo Briceño, sucesor de Carreño, le confía el encargo de trazar un
mapa del departamento o "cantón" del Zulia. Esta región comprendía
entonces las tierras ribereñas de la laguna de Maracaibo, cruzadas por el río
Zulia, hasta los lejanos confines de la Nueva Granada y las nevadas crestas de
las montañas de Mérida. Y Codazzi empezó por levantar el plano del estrecho que
unía el golfo con las aguas dulces de la laguna; después pasó a medir
cuidadosamente los ríos que desembocan en ella y las tierras que ellos separan
hasta las montañas nevadas de las cuales descienden. Las regiones de Trujillo y
de Mérida, en su parte montañosa, fueron visitadas por Codazzi, y dos lugares
casi olvidados por el hombre, San Carlos, en el Escalante y la Sierra de
Perijá, en la Guajira, fueron exactamente descritos por él. Del pequeño trazado
de una región pasaba a una vasta tierra más rica en variedades físicas, y del
pequeño mapa a la carta geográfica; y ponía igual exactitud y el mismo cuidado
en ambas representaciones cartográficas. Mientras Codazzi se dedicaba a estos
trabajos el mundo político cambiaba en torno suyo. Bolívar, a quien él, al
salir de Maracaibo, habla dejado dominando en la ciudad, al regresar, se
hallaba rodeado de tanta hostilidad que se consideraba próxima su caída. No
sólo había rodado por tierra el sueño mayor del Libertador, sino que la
realidad, mucho menor, por cierto, que él había construido, el Estado Andino,
estaba disolviéndose. Bolivia había destituido desde mayo de 1828 a Bolívar y a
Sucre del poder que tenían; y ahora le tocaba a Venezuela, la cual, bajo José
Antonio Páez, se sublevaba (1829) y declaraba que quería separarse de Colombia.
Más tarde -mayo de 1830- también las provincias del sur se reunirán en la república
del Ecuador; de modo que Bolívar, ya enfermo y cansado, asistía, impotente para
frenar el movimiento de disolución, al derrumbarse de su obra. ¿Cuál fue la
conducta de Codazzi frente a los nuevos acontecimientos? Sus biógrafos dicen
que seguía estas convulsiones de la vida pública americana "sin
apasionamiento, pero con atención" porque, en el fondo, de ellas dependía
todo su porvenir. Ahora bien, sin duda esta interpretación que los biógrafos
dan del modo de comportarse Codazzi frente a los hechos no indiferentes que
desfilaban ante su mente atenta, no es muy honrosa para él, porque nos lo
representa como un hombre preocupado sólo de sí mismo y que no juzga los hechos
sino en relación con la utilidad o el daño que le puedan acarrear. Ciertamente
Codazzi tuvo admiración por Bolívar (nos lo dice en sus "Memorias"),
pero no quiso ocultarse a sí mismo los graves defectos que pudo sorprender en
él desde el primer contacto. Quizá su admiración creció durante la permanencia
en Italia, pero al regresar a América -comenzaba entonces la decadencia de
Bolívar- Codazzi pudo ver los errores cometidos, pudo escuchar las críticas,
pudo comprobar las consecuencias funestas de su política dictatorial y
centralizadora. Además, en su alma habituada a las luchas por la libertad, no
podía durar mucho el sentimiento de admiración hacia quien, después de haber
ayudado a los pueblos a sacudir el yugo, los tenía bajo un yugo igual y,
después de haber convocado los pueblos a la libertad, les negaba la libertad
alcanzada. Entre los varios Estados que, habiendo formado parte de la República
de Colombia y cansados de la dictadura de Bolívar, querían darse un régimen
normal, y Bolívar, que creía que los países que había juntado en uno y a los
cuales había prometido una vida libre todavía no estaban maduros para un
autogobierno, Codazzi no dudó, escogió a los primeros y, puesto que estaba en
un departamento que pertenecía por tradición histórica a Venezuela, apenas se
reunieron los representantes de las diversas provincias, entre ellos los de
Maracaibo, en Valencia, para establecer el gobierno, se trasladó a la capital
de Venezuela y presentó su obra cartográfica del departamento del Zulia, a la
que acompañaba, dice Schumacher, una viva descripción de aquella tierra y de
sus riquezas. Naturalmente el
"cuento atractivo" de Codazzi agradó al individuo a quien estaban
confiados los destinos de Venezuela, a Páez, naturaleza inculta y fuerte, tenaz
y sensible a todo lo que fuese ciencia y pericia; los mapas fueron presentados
por Páez al Congreso y, con los mapas, la propuesta de levantar de la misma
manera el mapa de toda la superficie de la nueva república. El 29 de septiembre
de 1830 Codazzi fue nombrado Jefe de Estado Mayor de Venezuela y poco después
el Congreso, al declarar que "el levantamiento de planos, formación de
itinerarios y cuadros estadísticos del Estado es una empresa de la primera
importancia para Venezuela, cuyos útiles efectos serian trascendentales a la
mejor dirección de las operaciones militares, al conocimiento de los límites de
las provincias, a la exactitud en el establecimiento de las contribuciones y el
fomento de la agricultura, porque facilita la apertura y mejora de los caminos,
el desagüe de los lagos y pantanos, y la limpieza y navegación de los
ríos", encarga a Codazzi de realizar tal obra. No fueron generosas las
condiciones ofrecidas por el gobierno venezolano a Codazzi, pero este, ante la
posibilidad de emprender una serie de estudios de gran interés, lo olvidó todo
y aceptó la modesta retribución; en el término de tres años debía terminar todo
el trabajo de medición.
(1)En
español es "mangle": creo que se trate del árbol llamado mango, que
crece también en las Antillas.[El mangle y el mango son dos árboles distintos.
Nota del traductor ].
(2)La situación se había invertido: diez años
antes eran las naves de la marina libre, que combatía a favor de los
insurgentes, las que amenazaban las costas venezolanas del mar de las Antillas;
ahora son las naves españolas las que hacen de naves corsarias y asaltan y se apoderan,
o tratan de apoderarse, de los puertos y de la ciudad. Por esta época se
destaca un marinero español, natural de Cádiz, Angel Laborde (1772-1884), como
afortunado combatiente en Puerto Cabello después de 1820 y en los años
siguientes
Mapas tomadas de:Ensamblando la nación
Cartografía y política en la historia de Colombia
Universidad de los Andes
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