Los tiempos de Pérez Jiménez
Pedro Emilio Herrera, compañero de estudios de Víctor, Ministro de Fomento del Gral. Marcos Pérez Jiménez presidente de la República, llamó a Víctor para ofrecerle un cargo en la CVF.
Corrían los tiempos de grandes obras y mucha prosperidad en el país. Entre los proyectos interesantes se destacaba el Teleférico para el Ávila en Caracas. En Mérida, ciudad hermosa con sus imponentes montañas cubiertas de nieve, un joven médico, alpinista, el Dr. Carlos Chalbaud Zerpa, comenzó a soñar con un Teleférico para esa, confirmándose así en el tiempo que toda obra de creación es producto de un sueño, o si se quiere, producto del espíritu capaz de mover la inercia y la pesadez de lo material y convertirlo en materialidad... El a través de su primo, el Coronel Alberto Paoli Chalbaud quien era Jefe de la Casa Militar, logró depositar la semilla de su sueño a niveles con empoderamiento, y junto con el Club Andino Venezolano constituido por él, Franco Anzil, Carlos Lacruz Bravo, Luís Ruiz Terán, Régulo Schirocchi, Gabriel Jelambi, lograron su aprobación en 1952.
Las ventajas de este medio, el más económico, y eficiente, parafraseando al Dr. Chalbaud Zerpa, fueron presentadas de esta forma:
-Costos; considerablemente inferiores a los representados por la construcción de una carretera.
-Erosión; Nula
-Rapidez; Al utilizar la línea recta, los trechos resultan más cortos y en consecuencia los tiempos de alcance de las rutas son menores.
-Comodidad, la confortabilidad del pasajero no tiene igual en las cabinas, ya que no hay presencia de polvo, ni ruido típicas de las carreteras o de las vías férreas.
-Ahorro: Su regular mantenimiento requeriría de desembolsos totalmente cubiertos por la productividad del medio en sí.
-Rentabilidad; Es un medio de transporte que se paga por si mismo.
-Atracción; El viaje en una cabina a través de las montañas es casi mágico. El estar suspendido en el aire da una sensación de prácticamente volar y presenta una belleza que no se podría apreciar como tal desde un automóvil en una carretera o desde un tren dentro de un túnel.
En Marzo de 1955
llegó a Mérida el conde Dr. Vladimir de Bertrend, quien por encargo del
Ministro de Obras públicas haría un levantamiento topográfico y un estudio de
factibilidad para el proyecto Teleférico. Miembros del Club Andino venezolano
como Franco Anzil, Enrique Parra y Carlos Lacruz Bravo, ayudaron a realizar
dichas tareas, transportando el equipo necesario aún en terrenos escarpados de
bastante dificultad.
Los estudios preliminares del Dr. Bertrend estaban constituidos por: mediciones, planos, diseños, maquetas, cómputos y alternativas. Además, dicho estudio fue enriquecido con un Informe Turístico realizado por Lacruz Bravo e ilustrado por el pintor Iván Belsky.
El Ministro de Obras Públicas era para entonces el Dr. Silvio Gutiérrez, quien conocía a Víctor y en consecuencia lo entrevistó para ofrecerle el proyecto, garantizándole excelentes beneficios y obras a futuro. El costo inicial de la Obra fue calculado en BS. 40.000.000 y el tiempo estimado para su ejecución eran 2 años.
La primera licitación
El Ministro Gutiérrez abrió una licitación a la cual concurrieron cinco (5) empresas Europeas: una Italiana, una Francesa, una Alemana, una Austriaca y una Suiza.
Todas presentaron sistemas y precios diferentes lo que constituyó un abanico de interrogantes pues había que dilucidar y estudiar a fondo todas y cada una de las proposiciones. En esta situación Víctor Silva solicitó viajar a Europa y visitar las casas matrices concursantes.
En compañía de Ernesto Müller, egresado del Tecnológico de Zürich, topógrafo, y calculista y quien hablaba: inglés, Alemán, Francés y español, además de ser persona de confianza de Víctor Silva se realizó el viaje. Como estrategia el Ing. Silva y Müller acordaron decirle a las empresas que ellos solo hablaban un poco de inglés, ya que ellos deseaban conocer a fondo el comportamiento y el trato real de todas y cada una de las empresas a visitar, obteniendo un buen perfil de como serian por ejemplo la atención post-venta que podrían recibir, especialmente a nivel de repuestos, asesorias etc. Se encontraron con que algunos fueron muy descorteces y hasta groseros al decir entre ellos:
"haremos negocios con estos indios venezolanos"….
Estas
apreciaciones fueron tomadas muy en
cuenta en el momento de la decisión final.
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