viernes, 14 de enero de 2022

MURALES DE TOVAR-ARTISTA MARTIN MORALES

 

Artistas de Tovar

La materia se mueve por entre estos lunares
del vidrio que ahora veo, a muchos kilómetros de billones.
Contemplemos: son dos dimensiones,
cinco estados de la materia,
seis espacios de formas veis

Visiones entre los lunares del vidrio

Rafael José Muñoz

 

 


Martin Morales

Mi obra es resultado de la investigación constante, síntesis de una larga búsqueda en los caminos del arte pasando por varios periodos.

La idea concreta de mi trabajo, es lograr una integración de elementos plásticos: color, línea, y trasparencias hasta llegar a sutiles atmosferas, basadas en fenómenos naturales: lluvia, niebla, arco iris, llovizna. Y así, establecer más preguntas códigos donde lo principal es el estudio de la luz y el movimiento.

La naturaleza vibra, y a través de la obra persigo que la gente se identifique con ella, estableciéndose un dialogo donde la pintura despierta sentimientos profundos y una mentalidad crítica hacia el problema ecológico.

Es indagación del movimiento y de la luz, de la línea, color y efectos naturales captados pictóricamente en movimiento. Estos movimientos que hemos visto que hemos visto originarse en los bosques silenciosos, en la brisa que recorre tenue las líneas de la naturaleza o el canto del silencio, me ha permitido realizar una obra de contenido poético en lenguaje plástico.

Canto del silencio

Martin Morales






 

martes, 11 de enero de 2022

TESTIMONIOS DE MÉRIDA SIGLO XIX-CARLOS CHALBAUD ZERPA

 


 

CARLOS CHALABAUD ZERPA

Homenaje en el aniversario de su nacimiento.

A los noventa y tres años .

 

Codazzi

1841




Entre los hombres notables que encaminaron sus pasos hacía nuestras montañas, cuando apenas se apagaban las llamas de la contienda independentista, figura el Ilustre geógrafo Italiano Agustín Codazzi, quien estuvo en Mérida en el mes de diciembre de 1830.

Este ilustre militar, viajero, geógrafo y explorador nació en Lugo, Ravenna, Italia, en 1793. Estudió en las escuelas militares de Bologna y de Pavía; fue incorporado a los ejércitos de Napoleón I como oficial de artillería   y combatió en las batallas de  Lützen, Bautzen, Ulm, Dresde y Leipzin. A principios de 1814 figuraba en el Estado Mayor del Tte. Cnel. Armandi, en la Batalla de Mantua.

Al finalizar en Waterico la carrera militar de Bonaparte, se vio presa de infortunios y estrecheces de todo género, hasta que el Cnel. Ferrari, quien le tenía aprecio, lo invitó a viajar por Grecia, Valaquia, Rusia, Polonia, Prusia, Suecia, Dinamarca y Holanda.

Se encontraba en este último país en 1817, con ganas de retornar a su casa paterna, cuando se enteró de que los pueblos sudamericanos estaban sublevados contra España para obtener la Independencia.

Se embarcó rumbo a los Estados Unidos y, al llegar a Baltimore oyó hablar por primera vez de Bolívar y entonces se propuso ofrecer sus servicios a la causa campesina.

Estuvo en acciones militares en Florida, en el Golfo de Honduras y México.

Tras un viaje a Italia volvió a Suramérica en 1818 y ofreció sus servicios al Libertador, formando parte de su séquito en 1827 con el cargo de Primer Comandante de la Artillería Colombiana e inscripción en la Orden de los Libertadores. Efectuó levantamiento de mapas de la Barra  de Maracaibo y costas como igualmente sondeos de las  aguas del lago.

Entre 1829 y 1830 efectuó mensuras de carácter geográfico que se extendieron hasta  las fronteras de la Nueva Ganada y las crestas de la Sierra Nevada de Mérida.

Una vez disuelta Colombia, la grande, el Gobierno del Gral. Páez se interesó por el levantamiento de mapas geográficos de las Provincias de Venezuela a fin de formar la primera carta geográfica del país recién nacido, y el proyecto se encomendó a Codazzi, quien lo realizó entre 1832 y 1838.

Para 1836 había sido ascendido a Coronel efectivo, y en 1840 viajó a Europa a fin de editar en París su obra.

Sus mapas y manuscritos fueron presentados en el Instituto de Francia por el ilustre físico y astrónomo Arago, quien fue designado para presidir una comisión con Savay, Beaumont, Boussingault y Berthelot, cuyo informe pidió su incorporación en las Memorias de Sabios Extranjeros.

Editada la obra en 1841 (de ella posemos un ejemplar), regresó Codazzi a Venezuela, siendo despedido por el Barón de Humboldt.

Fue Gobernador de la Provincia de Barinas.

A raíz de los acontecimientos políticos en 1848, que causaron la muerte de don Santos Michelena y el fenecimiento del Poder Civil en Venezuela en los tumultos del Congreso, Codazzi se vio obligado a abandonar el gobierno barines y trasladarse a Colombia por invitación del Presidente José Hilario López,

Estudió un proyecto para comunicar el océano Atlántico con el pacifico, señalando la vía de Panamá a Colón o Chagres, por ser ésta parte más angosta del istmo y porque su mayor altura no representaba obstáculos insuperables. Treinta años más tarde, Ferdinando de Lesseps eligió precisamente esta vía y al fin los norteamericanos construyeron el actual canal de Panamá, triunfo que no se le da suficientemente acreditado a Codazzi.

Concluidas por Codazzi sus investigaciones geográficas en el centro y sur de Colombia, decidió dirigirse hacia el Norte hacia el Valle de Upar y la Sierra Nevada de Santa Mara que deseaba explorar. En marcha hacia estas nevadas cumbres que superan los 5700 metros sufrió de una fiebre perniciosa adquirida  en la selva (paludismo o fiebre amarilla selvática?), y en una finca del Valle de Upar denominada El Pueblito murió en pocas horas frente a las altísimas cimas.

En 1845, Colombia le había concedido el grado de General, en premio a sus importantes servicios, ascenso que sólo fue concedido en Venezuela después de su muerte. Su restos fueron trasladados por un viajero piadoso a Bogotá; luego a Valencia, donde había contraído matrimonio; y por último al Panteón Nacional, donde reposan al lado del Libertador, y de mucho pícaro que no debería estar en aquel recinto.

Entre las obras de Cosazzi figuran: “Resumen de la Geografía de Venezuela”; “Descripción de la Cueva del Guácharo”: “Atlas Físico y Político de la República de Venezuela”: “Catecismo dela Geografía de Venezuela”; “Documentos e Informes relativos a la elaboración de la Geografía”; “Descripción de la Colonia Tovar”; trabajo sobre la Academia de Matemáticas; sus relaciones sobre la Gobernación de Barinas; y su relación de las Honras Fúnebres a Bolívar.

En su visita a la ciudad de Mérida, Codazzi midió la altura de El Toro, escribió un detallado estudio geográfico de la Provincia merideña y dejó una bien lograda descripción de la Ciudad de Los Caballeros, que aparece en el Resumen de su Geografía de Venezuela.


“La ciudad de Mérida, capital de la provincia de su nombre,  fue fundada en 1558 por Juan Rodríguez Suárez, bajo el nombre de Santiago de los Caballeros. Rodríguez era natural de Mérida en la provincia de Extremadura, y siendo vecino de Pamplona, en la Nueva Granada, fue encargado de la exploración de la Sierra Nevada y de la conquista de los indios Timotes. Mérida se halla en la latitud de 8° 10´ N, y en la longitud 80° 20” al O. del meridiano de Caracas, en una hermosa mesa elevada 1971 varas sobre el nivel del mar. Dos ríos, Mucujún y Albarregas, recorren casi de N. á S. el pié de la mesa y van a caer a un tercero (el impetuoso Chama) que pasa al extremo de ella, de E. a O. La mesa queda en este modo rodeada por tres ríos y solo hacia el N. está unida a una alta serranía de la cual es un declive.

Esta hermosa planicie tiene 5 leguas de largo y de ancho 5/4 de legua. Forma un declive muy pronunciado hacia el S. y otro suave al S.O. y sus barrancas son muy elevadas y pendientes. Desde esta mesa se goza  de la hermosa vista de la Sierra Nevada que queda al S. elevada 5179 varas sobre el nivel del mar y 3.508 sobre el suelo de la ciudad.

Los picos de esta sierra, coronados de eterna nieve, las grandes masas de granito que salen de sus flancos cortadas perpendicularmente y la gigantesca mole que forma esta majestuosa sierra, le dan un aspecto imponente.

Sus blancas cimas a veces cubiertas de nubes, a veces relucientes con los rayos del sol o envueltas en niebla que los hace aparecer y desaparecer en pocos instantes, todo concurre a dar a la sierra un carácter bello y sorprendente.

“Por todas partes se miran otros muy altos que se pierden en lejana perspectiva, y solo dejan ver la abertura principal por donde corre el Chama. Los ricos valles del Ejido, las vegas del Chama, el país pintoresco de Bailadores, los fértiles campos de la Grita, los sitios poblados que recorre el Tórbes, todo queda cubierto por los otros páramos, en medio de los cuales hay valles hermosísimos y  parajes que  convidan a residir en ellos.

El lado opuesto hacía el naciente no se puede ver las bellas campiñas que están cerca del Chama ni los pueblos situados más allá del páramo de Santo Domingo y menos  aún hacia el N. las altas cimas que cubren las inmensas selvas que se pierden sobre el gran lago de Maracaibo.

“Mérida fue erigida en provincia en 1811. Habiéndose declarado a favor de la Independencia, separándose de Maracaibo a que pertenecía: tiene un cerro cerca de ella una laguneta que se llama el monte de las Flores, por las muchas que producen  los árboles y plantas que la pueblan; posee también aguas minerales calientes y una tierra amarilla que da un color negro sobresaliente.

Abundan las plantas medicinales y hay muchas gomas y resinas apreciables.

Es muy curioso ver prosperar en un mismo suelo el plátano, el maíz, la caña dulce, el trigo, las papas y la cebada.

“La ciudad de Mérida sufrió en 1644 el mismo terremoto que destruyó a Cuenca;  y en 1812 fue arruinada por el del 26 de marzo que destruyó a Caracas; pero volvió a reconstruirse y ahora está más poblada que antes.

“Antiguamente había en esta ciudad dos partidos que se odiaban encarnizadamente, y esta desunión entre las familias influía mucho contra los progresos de la población; más habiendo cesado aquel mal, en el día adelante, y prosperan sus vecinos a favor de la paz y la armonía. Cuando Mérida tenga una grande inmigración, o que la población creciente desmonte las grandes selvas que miran hacia el lago Maracaibo, entonces será esta ciudad la residencia de ricos propietarios, que hallarán en un clima delicioso y sano todos los placeres que proporciona la sociedad. Los habitantes dicen que ni por el frío ni el calor se hacen sentir allí en un grado capaz de incomodar, y que pueden llevar indistintamente vestidos de lana ó de seda; pero no pueden negar que las variaciones del tiempo son tan rápidas y sensibles, que a menudo causan enfermedades. Temen el viento del O. que nunca sopla sin dejar algunas señales de su malignidad: parece que esto proviene de que los vientos del N. que pasan por la gran selva bañada por el Chama, desde el lago de Maracaibo, se introduce por el abra por donde pasa el mismo río y chocando contra la serranía de Estánquez, refluyen hacia  el E. por el valle del mismo Chama y vienen hacia Mérida, llevando en su curso algunos de los mismos que exhalan aquellas selvas desiertas. Sin embargo, se puede asegurar que la causa principal de algunas insignificantes enfermedades, está más bien en lo variable del clima: pues con frecuencia  se experimenta en un mismo día las diversas temperaturas de las cuatro estaciones en Europa.

Con todo, el temperamento es sano y fresco, pues el termómetro baja hasta 11° del centígrado.

“Las lluvias son abundantes, y se podría decir que duran casi todo el año; pero las más fuertes de ellas en la época del invierno.

“Mérida es la sede de un obispado, tiene seminario, un colegio, varias escuelas y un convento de monjas que hacen obras de primor. Hay una catedral y varias capillas.

“Los merideños tienen bastante perspicacia, profundidad en sus ideas y afición a la literatura.

Ninguna clase desdeña el trabajo, la agricultura, las crías, las fábricas de varios géneros de algodón y lana, que por su baratura son preferidos europeos, constituyen sus ocupaciones principales. Entre las fábricas hay algunas de alfombras de lana, adornadas de flores y teñidas con colores de vegetales del país, tan vivos, y permanentes como los de las  mejores fábricas de Europa.

En agricultura produce un café de los más exquisitos, y en tan grande abundancia los frutos necesarios a la vida, que aun los más pobres tienen lo necesario para vivir holgadamente.

“Mérida, en fin, por los terrenos ricos que posee, por su clima sano, por su posición casi en el centro d su provincia, en el camino que va a las demás de la república, será algún día una de las más florecientes ciudades del interior, cuando la riqueza de los particulares haya proporcionado caminos para facilitar el tránsito, y que los grandes bosques estén cubiertos de haciendas y poblaciones.

“Las parroquias de este cantón son: Mérida, Morro, Aricagua, Pueblo Nuevo, Mucuchachí, Mucutuy, Acequias, Tabay y la Punta”


 

sábado, 8 de enero de 2022

Murales en Tovar


 

 

 
 










Murales en Tovar


 En una alianza que enaltece el gentilicio tovareño,La Fundacion Johan Santana, los artistas plasticos y las escuelas de pintores, han realizado dos jornadas de trabajo para realizar murales pintados, en tres sitios diferentes de Tovar,entrada a Tovar por la troncal siete desde Mérida,pared perimetral del Coliseo Jesús Rondon Nucete y pared perimetral del Hospital San José en El LLano.