Dr. Carlos Chalbaud Zerpa
PRIMERA PARTE
Acto de graduación de Médico Cirujano del Br. Carlos Chalbaud Zerpa. Rector Dr. Mármol Luzardo
Médico Cirujano graduado en la Universidad de los Andes y Doctor en Ciencias Médicas en la misma institución donde ha profesado durante muchos años. Especializado en Endocrinología y Medicina Nuclear en la Universidad de Génova, Italia.
Nació en Mérida, en la casa de su ilustre abuelo Don Carlos María Zerpa, eminente educador, padre de Alcira Inés Zerpa Pulido. Por la rama paterna desciende de un jacobino bordelés Espíritu Etienne Chalbaud Arnaud, quien era profesor de francés y tenía una joyería y casa de valores, quién se casó don Doña María Cardona, de la casa Cardona de las islas Canarias. Su hijo José Antonio Chalbaud Cardona tuvo que abandonar Francia rápidamente junto con sus tres hermanos en un navío que consiguieron anclado en el gran estuario del Garona, debido a que en un motín callejero que se suscitó en 1830 en contra del rey Carlos X, pidió la cabeza del monarca. Carlos X por su parte, solicitó perentoriamente la suya, con indudable ventaja. Por la parte materna desciende de uno de los primigenios capitanes fundadores y pobladores de Mérida (Venezuela) y del General José Ignacio Pulido Pumar, prócer de la Independencia y descendiente del Marqués del Pumar y de las riberas de los ríos Boconó y el Masparro.
El Dr. Chalbaud se educó entre las directrices de los sacerdotes de la compañía de Jesús y las de los Hermanos Cristianos de La Salle.
Desde niño se vio rodeado de personas influyentes en el acontecer regional y nacional ,de la historia, la política, la religión y del periodismo, pues su padre era Don Eloi Chalbaud Cardona, escritor especializado en la historia de la Universidad de los Andes, quien fungió como director de medios impresos como “Juan Rodríguez Suárez”, “Patria”, “ Crítica”, “ El Occidental” y “ Vanguardia”.
Su niñez y juventud transcurrieron entre Mérida, San Cristóbal, Táriba y mas tarde se trasladó con su familia a Caracas donde su padre dirigió el periódico de la presidencia de la República durante el gobierno del General Eleazar López Contreras.
Regresó a Mérida para realizar sus estudios universitarios, en los cuales se destacó como un estudiante excelente.
Su pasión.-
Su amor por la naturaleza se convirtió en pasión cuando se hizo novio de la Sierra Nevada de Mérida, a quién conoce, respeta y homenajea cada vez que puede. Es alpinista o andinista si se prefiere. Sus hazañas son únicas y han movido al reconocimiento y a la admiración. Estas frecuentemente las ha ligado al patriotismo y a la religión. A él en parte se debe que en el Pico Bolívar estuviera un Busto del Libertador, que Francisco de Miranda nos observe desde el Pico que lleva su nombre y que la Virgen de las Nieves nos bendiga desde Pico Espejo (4.785 mts) donde fue colocada en un pedestal en Septiembre de 1965.
Él personalmente encargó la estatua de la Virgen en Carrara (Italia), con el artista Walter Ribanni. Este proyecto tuvo muchos inconvenientes, entre ellos la recordada multa que le impusieron en el puerto de Maracaibo que llegó a superar el importe de la Virgen. Y luego su transporte hasta la cumbre en el teleférico de carga.
En sus años de estudiante fundó el Club Andino Venezolano, que promovió la región de Mérida como zona turística y como lugar ideal para deportes de altura.
Otro obsequio que hizo del Dr. Chalbaud fue el propulsar y defender en sus años de juventud la construcción del Teleférico de Mérida, el más alto y más largo del mundo enclavado en la Sierra Nevada de Mérida. Para su construcción y puesta en marcha comisionaron al Ing. Víctor Silva Bermúdez. Desde entonces el Ing. Silva y el Dr. Chalbaud establecieron una amistad que hasta el presente perduró.
El proyecto original del Teleférico contemplaba:
- Cinco (5) estaciones que se instalaron:
- Barinitas (estación terminal en Mérida), La Montaña, Loma Redonda, La Aguada y Pico Espejo.
- Un centro comercial en las inmediaciones de la estación terminal Barinitas, dotado con salas de cines, restaurantes, locales comerciales, y un teatro.
- Un hotel panorámico, en la estación de La Montaña, con todos los servicios, a fin de hacer de Mérida una ciudad turística de preferencia, para que muchos turistas disfrutaran de esos bienes y pudiesen contemplar esos parajes coronados de nieve tan hermosos y únicos en el país.
- Un zoológico de carácter educativo e interactivo, en la estación de La Aguada, constituido por animales de altura (llamas, vicuñas, alpacas, osos, ovejas, cóndores, etc.).
- Una pista de patinaje sobre hielo,
- Restaurantes en cada estación.
- Y un museo en honor a los alpinistas, con sala de proyección y biblioteca interactiva a fin de dar a conocer los trabajos y logros de ellos.
Lamentablemente este proyecto no se ha completado hasta ahora.
Continuando con sus ideas conservacionistas y defensoras de la Naturaleza, en los años 70 y 80, gracias a su mágica cualidad para plasmar sus ideas en obras perdurables emprendió el proyecto de llenar la ciudad con parques y estatuas. Para ello se unió a personajes notables de la ciudad como el rector magnífico Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, Don Antonio M. Díaz, el Dr. Germán Briceño Ferrigni, el economista Franco Anzil, Don Carlos Lacruz Bravo y el Dr. Jesús Rondón Nucete. Una de las tareas realizadas fue el grupo escultórico en homenaje a los Conquistadores del Pico Bolívar (5.007 mts), en el cual se aprecian a los primeros escaladores Dr. Enrique Burgoin, al guía Domingo Peña, un peón que representa al bravo pueblo venezolano, una mula y al perro “copito” , compañero fiel.
Otra obra fue el Parque a Beethoven con un reloj de carillón, importado desde Alemania, y que cada hora interpreta una melodía del dilecto hijo de Bonn.
Promovió en el páramo de Apartaderos (3.500 mts) la estatua a “La Loca Luz Caraballo” en homenaje al poeta venezolano Andrés Eloy Blanco.
El Dr. Chalbaud ha roto lanzas al defender y propiciar la reforestación de las montañas en el Edo. Mérida, especialmente en las cabeceras de los ríos, donde cuestiona duramente el surgimiento de asentamientos o de urbanizaciones salvajes, que irrespetan el curso de los mismos y ponen en peligro la vida de los que en esas zonas habitan.
En cuanto a su labor para el desarrollo turístico de la región, a fines de los años 60 promovió la Semana de Mérida, en la cual se daba a conocer a Mérida como ciudad turística en todo el país. En ese entonces, debido a la escasez de hoteles, solicitó con algunas entidades financieras recursos para reacondicionar las viviendas de muchos merideños para que estas sirviesen de alojamiento en calidad de posadas para los turistas y escribió tres libros especializados en esta materia: “Turismo la palabra mágica” y” Mi libro de turismo” y “Mérida, Cultura, Turismo y naturaleza” para instruir adultos y niños en esta área tan importante para el desarrollo de la región.
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